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Metodología de trabajo

 

 

 

Entrevista Inicial

En el caso de los niños y adolescentes, la primera entrevista se llevará a cabo con los padres, sin la presencia del menor.

Si el paciente es un adulto, la entrevista se realizará directamente con él junto con un familiar.

El objetivo es recoger toda la información posible relativa al motivo de consulta: antecedentes genéticos, enfermedades padecidas, retrasos madurativos, dificultades escolares, relaciones familiares y sociales, evolución del problema a consultar, etc.

También serán muy importantes los informes que se puedan aportar de otros profesionales de la logopedia, medicina, fisioterapia, tutores escolares, etc. 

Evaluación

Con el objetivo de determinar qué aspectos hay que tratar y los objetivos que se deben conseguir en cada paciente, se comienza realizando una evaluación inicial, para lo que se emplean, principalmente, pruebas estandarizadas.

Un test estandarizado es una prueba que ha sido normalizada; es decir que ésta ha sido probada en una población con distribución normal para la característica a estudiar. En el proceso de estandarización se determinan las normas para su aplicación e interpretación de resultados, es así que para la aplicación de una prueba debe hacerse bajo ciertas condiciones, las cuales deben cumplir, tanto quienes la aplican, como a quienes se les aplica. Esta estandarización persigue que los resultados sean útiles para la toma de decisiones, y debe cumplir ciertos requisitos: validez (una prueba es válida cuando mide lo que se quiere medir, una prueba de conocimientos, por ejemplo, debe discernir, con un pequeño margen de error, entre los que saben y los que no), fiabilidad (al aplicarse varias veces, la prueba reproduce resultados similares cuando se aplica en los mismos individuos bajo las mismas condiciones, independientemente del observador que lo administre) y exactitud (el resultado es el más cercano al valor real).

Se podrán evaluar las Aptitudes Psicolingüísticas, los Cocientes de Desarrollo (Verbal y No-Verbal), el Nivel de Desarrollo léxico-semántico, morfológico-sintáctico, fonético-fonológico y pragmático, Procesos de la Lectura y Escritura, Exploración Funcional de los Mecanismos implicados en la Fonación y Articulación de los sonidos del Habla, Cualidades Acústicas de la Voz, Percepción Auditiva…

También se podrán aplicar escalas de desarrollo, registros observacionales y análisis de muestras de lenguaje espontáneo, que variarán en función de la edad y de los aspectos a evaluar.

La evaluación se realizará a lo largo de varias sesiones, en días diferentes, para no agotar al paciente y que por ello obtenga peores resultados en las pruebas. El número de sesiones de evaluación dependerá de la patología a consultar y del nivel de colaboración del paciente.

 

Entrevista de devolución de resultados

 Terminada la evaluación y corregidas las pruebas, el logopeda realizará una interpretación de los resultados y explicará al paciente o a los padres, en el caso de menores, los datos obtenidos y su repercusión: qué aspectos se sitúan por debajo de la media normativa, y por tanto hay que trabajar, y qué áreas se encuentran preservadas, es decir, dentro de la media normativa. En el caso de que sea aconsejable iniciar un tratamiento logopédico, se orientará sobre la línea de trabajo a seguir y se acordarán horarios y duración de las sesiones.

Dicha evaluación se reflejará por escrito y se entregará al paciente, o a la familia en el caso de menores de edad, un informe en el que quedan plasmados los instrumentos de valoración empleados, los resultados obtenidos, las conclusiones y el diagnóstico y recomendaciones.

Inicio del tratamiento

Teniendo en cuenta los datos obtenidos en la valoración inicial, se realiza una programación de objetivos a conseguir con cada paciente. Esta programación es totalmente individualizada. Después comienza el tratamiento, con sesiones individuales y totalmente personalizadas, trabajando las necesidades específicas del paciente.

La frecuencia de dichas sesiones está en función de las necesidades específicas de cada paciente, pueden ser una, dos o tres días por semana, con una duración de 30 o de 45 minutos cada sesión, dependiendo de la edad y la patología del paciente.

Es importante la colaboración de la familia y del entorno del paciente para lograr una adquisición y afianzamiento de objetivos más rápida.

¿Cómo se realiza la intervención?

 

En el caso de los niños,

la metodología siempre tendrá un carácter lúdico con la intención de atraer su interés y lograr su participación, pero siempre con un objetivo común: estimular al niño y favorecer su desarrollo. En algunas sesiones participarán los padres para que puedan incorporar a la vida cotidiana nuevas estrategias de estimulación. Igualmente, el logopeda propondrá sesiones solo para los padres, con el fin de proporcionarles pautas que favorezcan el desarrollo de las habilidades del niño.

En el caso de adultos,

la metodología se adaptará al nivel de comunicación y de movilidad del paciente. Será igualmente importante que su entorno más próximo obtenga información con el fin de estimular adecuadamente. También será necesario explicar a la familia cuáles son las limitaciones del paciente y las repercusiones de su enfermedad en su vida diaria.

Coordinación con otros profesionales

En el caso de que el paciente esté escolarizado o mantenga revisiones médicas, se ofrecerá la posibilidad de contactar con los centros educativos, con los médicos de distintas especialidades (otorrinolaringólogo, neurólogo, endocrino, médico rehabilitador, etc); con el fisioterapeuta, con el psicólogo, etc. con el objetivo de trazar entre todos una misma línea de intervención.

Evaluaciones de seguimiento

Para saber cómo está funcionando el tratamiento hay que realizar evaluaciones periódicas, con un intervalo de tiempo. Con los resultados que se obtengan se van haciendo ajustes en los objetivos y en la planificación de la programación. Cuando todos los resultados de las pruebas se sitúan en la media normativa se procede a dar el alta al paciente.