Ideas equivocadas sobre la dislexia
¿Qué tal leéis esta palabra? Sogbristelpuf
Es una palabra inventada, por tanto no está en vuestro almacén léxico y habréis tenido que leerla más despacio.
Desde hace mucho tiempo, y aún hoy en día asociamos la dislexia con una dificultad que consiste en escribir “en espejo”, dando la vuelta a las letras. Así, mucha gente dice: “yo era disléxico de niño”, “yo confundo la derecha y la izquierda, soy disléxica”.
Las teorías de hace muchos años relacionaban este tipo de errores de mala lateralización, dificultades de orientación espacial o falta de afianzamiento del esquema corporal, con la dislexia. Estas teorías ya quedaron obsoletas, estos errores son comunes en el inicio del aprendizaje lectoescritor.
Los niños con dislexia tienen una dificultad para aprender a leer.
En los últimos años una de las explicaciones más aceptadas y avaladas científicamente es la teoría del déficit fonológico, que considera que las dificultades lectoras tienen su origen en un problema en el componente fonológico del lenguaje.
Teoría del déficit fonológico
El déficit fonológico implica una dificultad concreta para representar, almacenar y/o recuperar los sonidos del habla (Ramus, 2001, 2003), afectando al aprendizaje-uso de las reglas de conversión grafema-fonema, proceso básico en la lectura. Como consecuencia de esta dificultad de “asociar la forma escrita de una letra con su sonido”, su lectura es muy lenta e imprecisa, en especial cuando lee palabras largas de baja frecuencia o desconocidas, en las que tiene que aplicar mucho esas reglas.
Las modernas técnicas de neuroimagen nos muestran que el entrenamiento en tareas fonológicas tiene repercusión en las áreas cerebrales relacionadas con la lectura. Esta acción parece tener mayor efecto cuanto más temprana sea la intervención, dada la plasticidad cerebral.
¿Qué aspectos habría que trabajar en la dislexia?
Hay 4 grandes bloques en la intervención de la dislexia, con el objetivo de mejorar tanto la exactitud como la velocidad lectora:
- Entrenamiento en conciencia fonémica.
- Aprendizaje del código alfabético y entrenamiento en decodificación fonológica.
- Adquisición de representaciones visuales/ortográficas de segmentos de palabras y de palabras enteras.
- Fluidez en el acceso al léxico.